jueves, 25 de noviembre de 2010

Arquitectura barroca:

Iglesia de Il Gesú (1568-1679), Roma. Primera iglesia barroca, proyectada por Jacopo Barozzi, Il Vignola, fue continuada por Giacomo Della Porta y decorada por Il Baciccia. Es prototipo de iglesia contrarreformita, su espacio se acomoda a la nueva liturgia, surgida del Concilio de Trento, a la vez que en su decoración resume todas las características del barroco al servicio del poder de la Iglesia.


Fontana de Trevi (1735-1762), Roma. La escenografía tardo-barroca  se refleja en este conjunto arquitectónico-escultórico que cubre parte de la pared del palacio Poli. La figura central es la del dios Océano.



 
Plaza de San Pedro (1656-1667), Roma. Gian Lorenzo Bernini. Obra de gran simbolismo, su estructura se adecua y potencia la fachada de la basílica de San Pedro. Según las palabras de Bernini esta plaza “abraza a sus hijos en la fe e invita a los no creyentes a entrar en ella”.



 
Plaza mayor de Madrid (1620, reformada en 1672 y 1790). Juan Gómez de Mora. Ejemplo de urbanismo puntual, conforma un espacio regular que rompe el entradazo de las calles del antiguo Madrid. 



 
Galería de los espejos del palacio de Versalles. A finales del siglo XVII se finalizó este gran espacio, modelo para los salones de palacio del siglo XVIII para el resto de Europa.


Estos son unos puntuales ejemplos de la arquitectura barroca.

Las Meninas de Diego Velázquez:

Este cuadro, presenta todas las figuras en la parte inferior de la composición, consiguiendo el autor, crear un gran campo visual. La Infanta Margarita es el punto central de todos los personajes, que se proyectan desde la infanta hasta el espejo y la puerta del fondo (estos elementos aportan gran profundidad a la obra). El espejo refleja algo que no aparece en la obra, Felipe IV y su esposa, y el segundo, amplia el campo visual.
Velázquez utiliza simultáneamente una pincelada larga y fluida, con otra corta y precisa, que puede observare en los detalles de los vestidos de las infantas. Esta unión de los dos tipos de pincelada, dota al cuadro de gran realismo, diferentes texturas -dureza de la manera, rigidez de los vestidos, suavidad del pelaje del perro,…-, por lo tanto, la imagen sale del lienzo, pareciendo revivirse la escena.
También la luz tiene una gran importancia, tanto en los efectos generales como en los detalles; la obra tiene dos focos luminosos: el que artificialmente irradia directamente sobre las imágenes del primer plano, y el que entra en la habitación a través de la puerta del fondo, quedando el resto de la composición en penumbra. A su vez, en la obra el maestro domina perfectamente la técnica de la perspectiva aérea y plasma la atmosfera existente entre los cuerpos ayudándose del difuminado de sus contornos, que junto al contraste de la parte iluminada -centro-  y la oscura -paredes y techo-, refuerza la profundidad escénica.
La paleta goza de una gran riqueza cromática, destacando los matices tonales blanco y el negro, y su contraste con el rojo de los detalles ornamentales de los vestidos.
En un principio, este cuadro constaba en las actas de palacio como “El cuadro de la familia”. No fue hasta 1843, cuando el pintor Madrazo dio al cuadro su denominación actual, “Las Meninas” palabra de origen portugués que significa “dama de honor”.
LA escena se sitúa en un aposento del Alcázar de Madrid, por tanto pertenece a la última etapa del pintor sevillano en Madrid. En el centro está la infanta Margarita, con doña María Agustina de Sarmiento a su izquierda y doña Isabel de Velasco a su derecha, ambas damas de honor de la infanta. También aparecen los enanos Mari Bárbola y Nicolasito Pertusato.
En el segundo plano a la derecha hay dos figuras de pie que se relacionan con doña Marcela de Ulloa –sirvienta de las damas de la reina- y don Diego Ruiz de Azcona -guardadamas-. Al fondo en el vano de la puerta abierta, se encuentra don José Nieto Velázquez, aposentador de palacio y posible pariente del pintor. Junto a él, y reflejados en el espejo, aparecen los bustos del rey Felipe IV y de la reina Mariana de Austria, su esposa. Más a la izquierda está el autorretrato del pintor, con el pincel y la paleta en sus manos, luciendo la cruz de la orden de Santiago, seguramente pintada post mortem por el mismo Felipe IV en honor a Diego Velázquez.
Finalmente, colgados en la pared aparecen representadas dos escenas mitológicas, copiadas respectivamente de Rubens -Palas y Aracne- y de Jordanes -Apolo y Marsias-.
La temática de la obra tiene diversas interpretaciones; la más aceptada por los expertos, es la que considera que el lienzo muestra la entrada de la infanta Margarita y su séquito en el estudio del pintor, ocupado en la elaboración de un retrato de la pareja real, plasmados en el reflejo del espejo. Sin embargo, la reconstrucción de perspectivas, el espejo podría reflejar lo que está pintado en el cuadro, y en ese caso habría que preguntarse a quién mira el pintor, la infanta y otros personajes del séquito.
En cuanto al lienzo de Las Meninas, tanto la posición de primer plano del perro, como el recurso del espejo en el fondo reflejando aquello que supuestamente no está en el espacio pictórico, han sido comparados con la célebre obra de Van Eyck, el Matrimonio de Arnolfini.
En el siglo XX, esta obra ha sido motivo de reflexión y reinterpretación por una serie de artistas entre los que destacan Francis Bacon, Picasso y el Equipo Crónica.
Definitivamente, esta obra de Diego Velázquez, representa la soberanía del poder real.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Referentes históricos y caracteres generales.

Todo el siglo XVII, está caracterizado por la oposición entre la Europa católica y la Europa protestante. Conjuntamente se produjo la separación de Holanda de la Corona española, enfrentamientos continuos entre las monarquías católicas y protestantes. 
Francia, creó un estado absolutista, centrado en Luis XIV, que tenía por lema " el Estado soy yo". Por el contrario, Inglaterra, pasó de una monarquía absoluta a una monarquía parlamentaria.
En España, reinaba la casa de Austria (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), pero en este siglo, comenzó un periodo de decadencia, que no se verá reflejada en las artes y en las letras. A su vez, junto a Portugal consolidará la colonización del “Nuevo Mundo”. Mientras tanto, los Estados Pontificios, gozarán de una buena política, reflejado en las artes.
En el siglo XVIII, cambió la dinastía española, consolidándose los Borbones franceses frente a los Habsburgo. Francia se fue debilitando hasta la abolición de la monarquía absolutista por la revolución de 1789, que tenía por antecedente ideológico al Movimiento Ilustrado y a la Enciclopedia. Inglaterra reforzó su poder y los territorios de la corona Astro-húngara y de Rusia experimentaron un gran auge.
Una vez que tenemos el contexto histórico, no debería olvidarse que el término barroco, nace en el siglo XVIII teniendo un sentido peyorativo (perla de forma irregular- ya que lo irregular y lo complejo  se mezclan en la definición de lo barroco-).
La localización del barroco no es nada compleja pues su foco más importante es la Roma papal; pues este arte, es un arte que nace de la contrarreforma católica, derivando en un barroco exuberante que tendrá una gran importancia en la Corte española de los Habsburgo, con centros como Sevilla, Valencia, Toledo y Madrid en la Península y Nápoles o Flandes fuera de ella. Por el contrario, Francia se aparto de la exuberancia barroca; en Holanda, se constituyó un foco burgués y protestante (de gran influencia). Inglaterra con empezará un estilo de influencia foránea (de otro lugar) que desarrollará con personalidad en el siglo XVIII.
No debemos olvidar que el arte barroco puede definirse como la manifestación de los tres poderes establecidos: la Iglesia, la monarquía y la burguesía. También debemos  dividir la producción en dos grupos, la derivada de la burguesía protestante y la que proviene de la Iglesia o del poder real.; por tanto, el arte barroco tiene una gran carga ideológica, ya que el artista transmite el mensaje que los diferentes mecenas quieren potenciar.
Dentro de las características de este arte, debemos entender que la arquitectura, se convierte en el arte que acoge la pintura y la escultura, integrándolas formando un “teatro sagrado” (theatrum sacrum), siendo un arte integrador de los espacios en un todo unitario. La escultura, aparece por vez primera en los retablos de las iglesias contrarreformitas; los materiales empleados en la escultura, varían según la zona de producción, en Italia el mármol, en España la madera (casi exclusivamente), etc.; la tipología y la temática de las obras, son muy diversas, con temas principalmente religiosos o monumentos funerarios a papas, reyes o príncipes; aunque también existe una temática mitológica, pero con un claro sentido simbólico, ya que, refleja las virtudes humanas. La pintura barroca es una de las manifestaciones mas ricas existentes, tienen como principal finalidad, estar ubicadas en Iglesias, palacios o casas de la burguesía; la temática es muy variada al igual que las tendencias artísticas.
Finalmente, no deberíamos olvidar que cualquier obra barroca pierde su valor si la separamos del lugar para el que fue concebida pues, la arquitectura se pone al servicio de la escultura y de la pintura, convirtiéndose así en un escenario, y favoreciendo la correcta integración artística que define la unidad del barroco.


lunes, 22 de noviembre de 2010

¿Qué puedes encontrar?

En este blog, intentaré hácer un resumen sobre el Arte Barroco.
Podrás ver algunas imágenes, el constexto histórico, entre otros muchos temas relacionadas con el tema